Situado al final de la trama urbana del Ensanche de Bilbao, asomándose a
la ría, y casi en el mismo lugar que ocupaba el antiguo y demolido
estadio de fútbol —que, con más de 100 años, era conocido como “la
catedral”—, el nuevo San Mamés se levanta en diferentes fases, según el
proyecto realizado por ACXT-Idom, para que el equipo de “los leones” no
tenga que disputar partidos fuera de casa. Con capacidad para más de
53.000 espectadores, el volumen rotundo está concebido como una pieza
arquitectónica que respeta y se relaciona con las edificaciones de
alrededor, presentando una singular fachada compuesta por la sucesión de
elementos en torsión de EFTE. Un sistema de iluminación dinámica
durante la noche convierte el estadio en un nuevo hito de la capital
vizcaína, que será además sede de la Eurocopa 2020. Sobre la totalidad
del graderío, la cubierta está formada por cerchas metálicas radiales,
orientadas hacia el centro del terreno de juego, y cojines también de
ETFE blanco. El proyecto para el estadio incluye la tienda oficial del
Athletic Club de Bilbao y salas de reuniones, ya finalizadas, y un
restaurante, una cafetería, un museo y un polideportivo municipal con
piscina.
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