En el año 2008 salió a concurso el CaixaForum Zaragoza, en una nueva área denominada Milla Digital, recuperada de los terrenos de la antigua estación ferroviaria de El Portillo. Este desarrollo urbano planeado por el Ayuntamiento, junto con la Escuela de Arquitectura del MIT, conforma la ‘Ciudad de la Innovación y el Conocimiento’. El proyecto ganador, del estudio de Carme Pinós, se inserta en el Parque del Portillo, la mayor zona verde del centro de la ciudad. Con 6.000 metros cuadrados, el volumen se define como nuevo referente cultural de Zaragoza, desde donde se puede observar el paisaje urbano en los espacios de transición entre las salas de exposiciones.
El edificio, que alberga un nuevo museo, quiere formar parte de Zaragoza. Por ello se constituye como un volumen singular de apariencia escultórica, formado por dos piezas desplazadas entre sí que permiten la observación del paisaje urbano. La elevación de los dos cuerpos que albergan las salas de exposiciones y el restaurante permite liberar la planta baja, dando continuidad al parque por debajo de una parte del edificio y conectándolo así con la ciudad de Zaragoza.
La estructura del museo está formada por una serie de muros de carga, un pilar fusiforme y un núcleo de hormigón armado en que se apoya una subestructura de acero formada por varias cerchas trianguladas, que funcionan como voladizos. El pilar fusiforme, de 25 metros de alto, que tiene como armado una cercha de acero triangulada, se ocupa de mantener la gran cercha que alberga la planta tercera y la cuarta del edificio, y resiste los esfuerzos del voladizo de la segunda planta.
Tanto las escaleras para visitantes, que se encuentran en el núcleo central de hormigón armado, como las de emergencia, en el exterior, soportadas mediante una estructura ligera, funcionan como elementos representativos. La fachada se cubre mediante bandejas de chapa de aluminio de 3 mm de espesor, que han sido previamiente definidas mediante procesos de perforación o de embutición, y que crean una envolvente continua con dibujos orgánicos.
http://www.arquitecturaviva.com/es/Info/News/Details/5929
El edificio, que alberga un nuevo museo, quiere formar parte de Zaragoza. Por ello se constituye como un volumen singular de apariencia escultórica, formado por dos piezas desplazadas entre sí que permiten la observación del paisaje urbano. La elevación de los dos cuerpos que albergan las salas de exposiciones y el restaurante permite liberar la planta baja, dando continuidad al parque por debajo de una parte del edificio y conectándolo así con la ciudad de Zaragoza.
La estructura del museo está formada por una serie de muros de carga, un pilar fusiforme y un núcleo de hormigón armado en que se apoya una subestructura de acero formada por varias cerchas trianguladas, que funcionan como voladizos. El pilar fusiforme, de 25 metros de alto, que tiene como armado una cercha de acero triangulada, se ocupa de mantener la gran cercha que alberga la planta tercera y la cuarta del edificio, y resiste los esfuerzos del voladizo de la segunda planta.
Tanto las escaleras para visitantes, que se encuentran en el núcleo central de hormigón armado, como las de emergencia, en el exterior, soportadas mediante una estructura ligera, funcionan como elementos representativos. La fachada se cubre mediante bandejas de chapa de aluminio de 3 mm de espesor, que han sido previamiente definidas mediante procesos de perforación o de embutición, y que crean una envolvente continua con dibujos orgánicos.
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