Durante su adolescencia Patrick Blanc utilizaba el jardín vertical como filtro biológico en su acuario. Después mientras estudiaba en la universidad decidió visitar la selva del sureste de Asia y su planta acuática favorita, la Cryptocoryne. Esto fue un momento en el que decidió estudiar la botánica tropical y convertirse en uno de los investigadores más relevantes en cuanto a jardines verticales corresponde. Parte del Centro National de Investigación Científica en Francia y ganador del premio Botánico de la Academia francesa de Ciencias, entre 1998 y 1996 desarrolló y patentó el concepto de los jardines verticales. Hoy, os presentamos uno de sus últimos jardines verticales instalados en un muro abandonado de hormigón en París y sus grandes ventajas medioambientales que ofrece.
Así el jardín vertical hace su función como aislamiento térmico reduciendo la consumición energética tanto en invierno, protegiendo el edificio del frío, como en verano, ofreciendo un sistema de enfriamiento natural.
Las raíces y los microorganismos además actúan como un ecosistema de aire limpio, mientras absorbe las partículas contaminantes y los convierte lentamente en un fertilizante de plantas mediante la descomposición y la mineralización.
De esta forma los jardines verticales permiten a los seres humanos recrear un entorno de vida similar al de la naturaleza.Una manera de añadir naturaleza a lugares donde la gente lo quitó en el pasado.
Diseño y fotografía por Patrick Blanc